Los entresijos en la regulación de los MAP

Reportaje | Por Ana Huertas

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Los MAP (Medios Audiovisuales Públicos) siguen siendo un pilar fundamental para ofrecer a los ciudadanos una información transparente, accesible, plural, rigurosa y de calidad, que asientan los cimientos de una sociedad democrática. Pero a día de hoy, son muchos los que desconocen el proceso de regulación o financiación de dichos medios.

Funciones del servicio público

El Estatuto no definía el “servicio público esencial” como tal, sino que lo describía por medio de los principios garantizados en su Artículo 3 y Artículo 4 donde se habla de respeto, promoción y defensa de los valores del ordenamiento constitucional, haciéndose más ambigua aún al admitir la “gestión indirecta”.  La confusa definición no fue solucionada en la variación efectuada el 27 de Diciembre de 2001 del artículo 5 (Ley 24/ 2001, de 27 de Diciembre). Por ello, RTVE presentó un informe a la Comisión parlamentaria que hablaba del control sobre la actividad de servicio público en 2002. La polémica cobró mayor fuerza en los años 2003 y 2004, por la manipulación gubernamental sobre los programas informativos, quedando sujetos a la ideología del Gobierno que presidía. La consecuencia ha sido derivar la producción de la industria hacia un final mercantil que ha conllevado a una notable espectacularización de los contenidos y la caída en la calidad de los productos ofrecidos, bajando a su vez la imagen pública de la entidad. Esta bajada en la demanda, ha propiciado una bajada de la financiación, sin la cual no se pueden producir contenidos propios de alta calidad. Un proceso cíclico, así nos lo explica el productor y director Juan José Domínguez:

 «Como baja la audiencia, le quitan más dinero, y, por tanto, tienen que hacer peores programas, con lo cual baja otra vez la audiencia y le quitamos más dinero. Y yo creo que eso es perverso, porque en el fondo lo que se está diciendo es que la audiencia justifica la inversión. Y eso puede suceder en una cadena privada, porque si tiene más audiencia, tiene más inversión y menos audiencia, menos inversión o directamente se quita porque no sirve. Pero, ahora, en una cadena pública, que tiene que estar sujeta a otro tipo de criterios, la audiencia debería ser uno de los últimos, porque si fuera así habrían desaparecido del dial Radio Clásica y Radio 3 que son las mejores emisoras de radio de España, con todos mis respetos a todas las demás, porque son las únicas que te permiten escuchar música que jamás escucharemos en ninguna otra emisora, con lo cual esas emisoras tienen que permanecer ahí, aunque la escuchen quinientas personas, porque son emisoras que están ofreciendo pluralidad, que es parte de la democracia, no olvidemos eso. La democracia no es solo el triunfo de la mayoría, sino el respeto de la minoría, y el respeto de la minoría incluye el favorecimiento de que tengan su mínima expresión, tanto de expresar su cultura como de recibir información también de otras minorías, y eso muchas veces se olvida cuando se habla de audiencias y de los presupuestos basados en audiencias».

A causa de las quejas recibidas por la audiencia, y el descontento reflejado en el descenso de los televidentes, el 23 de Abril de 2004, por Real Decreto se creó un Consejo encargada de la reforma para los medios de comunicación con titularidad estatal, abarcando cuestiones como la función comunicativa, la financiación económica, la apuesta por los contenidos y plataformas y heterogéneas, así como la rentabilidad social. Se proporcionó entonces un marco legal sólido y apropiado a las necesidades de la ciudadanía española y al desarrollo del sistema audiovisual, respetando en todo momento el texto constitucional. Hoy en día se sigue trabajando para conseguir este propósito y, prueba de ello, es el nuevo modelo dirigido por Manuel Aguilar, perteneciente del Consejo de Informativos de TVE y Pedro Soler, periodista de TVE y Educomunicador, para adaptar al medio a las nuevas necesidades.

Gestión

Dentro de los medios públicos, encontramos distintos niveles: nacional, autonómico y provincial/local. En cuanto los medios públicos de carácter autonómico, es la Junta de la Comunidad Autónoma la que regula y ejerce el control en la gestión, además de elegir al responsable en la dirección del medio mediante una Comisión Parlamentaria. Sin embargo, las difíciles circunstancias que atañen a los medios de comunicación públicos en cuanto a competencia empresarial y las contradictorias leyes reglamentarias se refiere, junto a los escasos bienes monetarios que se invierten en ellos, sirven de pretexto a las Autonomías para replantearse la eliminación de estos entes públicos. La cultura y la cohesión del país dependen, en gran parte, de este escalafón. En el ámbito nacional se reabre el debate acerca de la politización de los medios públicos. En palabras de la ex-Directora General de RTVE Carmen Caffarel:

«Cuando el PP con la mayoría absoluta cambia la elección del Presidente de una corporación o un ente público es puesto por una mayoría simple del Parlamento, ahí está la politización de los contenidos. Presiones a los medios los hay siempre, sean públicos o privados, por parte de todo el mundo ya sean partidos políticos, empresas, organizaciones sindicales, ONG´S, etc. Quieren salir por la televisión, prensa porque quieren dar a conocer lo que hacen, por eso esas presiones existen siempre. Otra cosa distinta es que determinada televisión o radio de carácter público, aunque no es pública sino partidista, obedezca las directrices de un partido que sustenta al Gobierno. Si no se produjeran presiones políticas, no habría denuncias por manipulación informativa como las ha habido y está habiendo en este momento».

También ha querido pronunciarse al respecto Mario García de Castro, ex-director del Gabinete de Comunicación de RTVE, acerca de la reforma de independencia ideológica del ente público:

Financiación

Hasta 1983, RTVE era financiada por los ingresos publicitarios y las subvenciones. Fue a partir de 1987 cuando se le obligó a depender exclusivamente del mercado publicitario. Con estas medidas, la corporación de carácter estatal  consiguió aumentar sus beneficios hasta 1991, año en el que se inician los déficit causados por la aparición de las empresas de la competencia privada y una fuerte crisis en el mercado publicitario. Según datos de la SEPI, en 1996 se alcanzaban los 1.588 millones de euros, consiguiendo los 6.224 millones en 2003, de los cuales, 1.814 (29,1 por 100) correspondían a los gastos económicos del mantenimiento de la deuda sin saldos en efectivo. En la actualidad, las tres fuentes viables de las cuales se obtienen ingresos son el patrocinio, la venta de productos y la subvención pública, eliminando la publicidad de los medios públicos. Estas se asemejan al esquema  utilizado en la mayoría de las televisiones públicas europeas.  Sobre este tema nos habló Carmen Caffarel en una entrevista concedida en exclusiva a Objetivo Público

Para Mario García de Castro, los ciudadanos sí estaría dispuestos a pagar por un servicio útil, sin embargo, la tradición de gratuidad sigue protagonizando la administración de Rtve:

La crisis económica por la que pasa nuestro país en los últimos años afecta de lleno al sector audiovisual. Es por ello, por lo que las distintas empresas deben entender la importancia de mantener la ética y profesionalidad trasmitida a sus clientes para continuar conservando la estabilidad de la que gozaban tiempo atrás. Este es el esfuerzo que el Gobierno debe hacer para sostener la gran Corporación RTVE, corporación que cuenta con miles de empleados, siendo 129 el número de directivos más bajo de su historia;  más de 12 organismos autonómicos adscritos a la FORTA y numerosos organismos de ámbito local.  Sin embargo, la logística llevada a cabo en la gestión de este ente público sigue estancada. Si bien es cierto, que poco a poco, se ha ido adaptando al proceso de convergencia digital que ha ido madurando en los últimos años, aún son muchos los equipos materiales, técnicos y humanos que siguen estando desaprovechados.

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