¿Adaptación obligada?

Opinión | Por Marta Martínez

Móviles, Internet, nuevos medios, adaptaciones aceleradas al nuevo entorno. La proliferación de nuevas tecnologías, de aparatos cada vez más sofisticados que promueven la interacción constante entre los usuarios, consumidores, o quizás tan solo ciudadanos, ha provocado adaptaciones en todos los ámbitos pero quizá no totales en ninguno de ellos. Y es que los medios de comunicación tradicionales se ha visto ahogados en un mar de características, cuanto menos atractivas, hasta para aquellos que los que twitter sigue pareciéndoles  » algo de los ingleses esos». El problema quizá es ese, que ya no hay cosas de aquí y de allá, si no un mundo globalizado que las nuevas tecnologías han puesto al alcance de nuestra mano en un dispositivo pequeño, fino y ultrasensible -y cuando digo ultrasensible me refiero a la forma más amplia del concepto, pronto nos secarán las lágrimas, creedme- permitiéndonos conocer y saber en cada momento lo que necesitamos sea cual sea nuestra ubicación.

Así  los medios de comunicación tradicionales o se reinventaban o morían, como la moda, el problema es que esto no era solo una moda,venía para quedarse, pues desde la rápida proliferación de nuevos dispositivos  y el  World Wide Web en torno a los años 90, la cifra no ha hecho más que subir. Características nuevas, información al alcance de un click, todas las utilidades en un dispositivo… esta bien, con eso no se puede competir. Pero siempre dicen, si no puedes competir , alíate a él, y eso es lo que hicieron los acongojados medios tradicionales. Ser veteranos les tenía que servir de algo y un nuevo » bebé» en el panorama comunicativo no podía acabar con ellos.

Durante un tiempo si que lo hizo, Internet fue la plataforma más utilizada de consumo, por muchas razones, ya conocidas por todos.Pero poco a poco consiguieron volver a levantar su popularidad, aceptaron aprender del » más joven», de los dispositivos más pequeños,  y asimilar que ya no estaban solos. Así la interacción se convirtió en el punto imprescindible de atracción ciudadana, información adicional o ampliada hacia todas las direcciones se compuso como la segunda premisa,  y por último tan solo había que  interconectar todos los dispositivos. Ese mundo de interconexión lo vemos ahora con la llamada convergencia digital, que permite no solo borrar fronteras, sino ir más allá y establecer una conexión de todos los ámbitos y no tan solo de la comunicación.

El proceso fue costoso, pero » el que algo quiere, algo le cuesta», aunque quizá los medios tradicionales  sustentados por el Estado lo tuvieron más difícil, pero  todos confiábamos que al fin lo conseguirían– aunque el apoyo ciudadano en esa época para este tipo de medios fuera casi mínimo, claro que las  vinculaciones gubernamentales y de intereses en  diferentes ámbitos no ayudaron-. Si bien es cierto, ahora nadie piensa en el proceso (altamente costoso) de esa digitalización de la que tanto se habló. Ahora nos resulta normal, comentar los contenidos de la televisión, buscar información adicional sobre lo que vemos o escuchamos, verlo incluso en 3D…Ya os dicho, todo al alcance de la mano, promoviendo la comodidad, pero sobre todo  la personalización, la llamada » comunicación o medios a la carta».

En cualquier caso, parece que tan mal no nos ha ido, al menos a juzgar por la nuevas noticias que han llegado hoy a mis oídos: «RTVE.es gana el Premio Internet a la mejor web de un medio de comunicación». Pues  sí, parece que a los medios públicos de nuestro país esta adaptación no les ha ido mal después de las múltiples quejas y criticas por su lenta digitalización, por la falta de presupuesto para asumir este cambio. Ahora todo parecen excusas. Ahora no hay quejas. Con el premio entre las manos solo aseguran que seguirán mejorando, la misma afirmación que envuelve a los proyectos nuevos, o  no tan nuevos, cuando cultivan el éxito. Ahora solo queda eso, seguir cultivando éxito y esperar con las piernas lo menos temblorosas posibles a lo que venga, intentando que como ocurre siempre la improvisación llegue a buen puerto para adaptarse a las mareas que  seguro azotarán con fuerza, siempre interconectados, claro.

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