La Alfombra roja o cómo volver al pasado

Opinión | Por Miguel Arranz

Un concurso-espectáculo los sábados por la noche con aroma a Nochebuena. Niños mostrando sus asombrosas habilidades mientras son elogiados por cinco presentadores que a su vez alaban la archiconocida Marca España. Actuaciones en play back y sketches donde el humor brilla por su ausencia. Si a todo esto se le suma una nula calidad realizadora, donde cada intervención llega con retraso y se seleccionan aquellas cámaras que no paran de moverse, el resultado es un programa tan nefasto y anticuado como La alfombra roja palace, o el fiel reflejo de la notoria influencia que aún conserva José Luis Moreno en TVE.

Nerea Garmendia, Jota Abril y Berta Collado, los presentadores de La alfombra roja palace|Elconfidencial.com

El ente público canceló el espacio de variedades el pasado 20 de abril, sin alcanzar el millón de espectadores y siempre por debajo del 6% de cuota de pantalla tras únicamente cuatro emisiones. Para más inri, en el contrato de La alfombra roja palace figuraba que se encargaban un total de 13 entregas con un mínimo de cuatro; en este caso, con criterio, los máximos dirigentes de RTVE apuntillaron al programa de Moreno a las primeras de cambio. No es la primera vez que Televisión Española apuesta recientemente por un formato producido por el madrileño, ya que en verano de 2014 estrenó Sábado sensacional, un adelanto de las tradicionales actuaciones musicales navideñas presentado por Ana Obregón y cuyo único objetivo era ensalzar la calidad vocal de Isabel Pantoja cuando la cantante estaba a punto de ingresar en prisión.

Y es que el fracaso de La alfombra roja palace era inevitable desde el primer momento, una vez que público y crítica comprobaron el esperpento de uno de los espectáculos más absurdos que se pudieran crear en televisión. Los elegidos para presentar dicho espacio eran rostros cuyo paso por televisión ha sido escaso y poco atractivo, véase Berta Collado o Nerea Garmendia, o bien periodistas emblemáticos de cadenas acusadas de manipulación a favor de intereses políticos, como es el caso de Jota Abril. Además, el día y la franja horaria elegidos para la retransmisión del programa de variedades eran, cuanto menos, uno de los más complicados para competir de todo el espacio televisivo: la competencia entre El Películon de Antena 3, La Sexta Noche y Un Tiempo Nuevo de Telecinco es feroz, y la inclusión de una nueva emisión parece una quimera.

Los gustos del espectador han cambiado a lo largo de los años, aunque en TVE se obcequen en incluir programas anticuados y casposos en su parrilla. Quizás en los años 80 un programa como La alfombra roja palace hubiera tenido un gran éxito, sobre todo teniendo en cuenta el auge musical acaecido en aquella época. Sin embargo, la sociedad actual demanda otro tipo de contenidos en la televisión pública. La televisión que, al fin y al cabo, sufragan todos los españoles. Algo que parece que no tienen en cuenta desde las altas estancias de RTVE.

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